Lo ha conseguido. Lena ha llegado a Tierra Salvaje y se ha salvado, pero el camino no ha sido fácil. Poco a poco, va recordando los pasos que le han llevado hasta la comunidad de inválidos a la que pertenece. Pero ahora Lena es un miembro de la Resistencia, y tiene una misión importante que cumplir: luchar por un mundo donde el amor no sea considerado una enfermedad.
Mi Opinión:
Practicamente necesité empezar este libro después del final de Delirium, sin duda ese fue uno de esos finales en los que si no empezás el siguiente libro comenzás a llorar.
Me encanto el formato que tiene este libro con el entonces y el ahora, lo hacía totalmente diferente porque lo único que podías saber definitivo del entonces es que ella llegaba al ahora pero no sabías nada de lo que pasaba en el trayecto. Hubo un momento en que ya no quería leer nada del entonces, sólo quería el ahora por Julian.
Julian es un personaje del cual al principio no sabía muy bien qué pensar, pero con el tiempo me empezó a gustar mucho. Igual odiaba los momentos que Lena tenía con él porque yo estaba muy pero muy segura que Alex no podía estar muerto, sino era una historia horrible.
El final de este libro también es desgarrador, pero en un sentido un poco mejor. Apenas lees que le dicen que hay alguien de Portland pero que no dijo su nombre es obvio que es Alex, pero cuando llega y dice lo único que dice es horrible. Casi me pongo a llorar porque pensé "estás haciendo todo mal Lena por Dios, qué haces con Julian? andá ya con Alex" y buen, lo re sufrí ajajaj.
- Maru
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